18 de julio de 2010

TAMADABA


EL TARTARO

Este sábado tocaba ver lo no visto y bajamos a las partes mas profundas del pinar, el último sector equipado. Para este viaje reunimos a un grupo, Isidoro, Roque, Moi, Carlos, Miguel (majorero) y Yo.

Habíamos escuchado muchas historias de este sector, ya era hora de ver y tocar. El acceso era un poco empinado pero con un camino bastante definido y orientado por mojones, pero no es acto para cualquier persona, ya que si pierdes el camino puedes tener una mala experiencia, la bajada fue amena ya que se puede divisar muchos sectores sin moverse y además pudimos echar un vistazo a la vía larga que por cierto produce un efecto de vacío que ponía los pelos de punta. Llegados a pie de vía descaso y a trepar. Empezamos a calentar en un bonito 6c que tenia apariencia de no ser muy largo, pero las apariencias engañan, al llegar el sol pasamos a la otra parte del sector, dentro del barranco oscuro, debo avisar que el camino a pie de vía es el más arriesgado que he visto nunca.

Llegados a las otras vías empezamos a pagar las consecuencias de la bajada, al no llevar un calzado adecuado las puntas de los pies se hicieron piscos y se sufría mucho en las placas.

El sector tiene unas ocho rutas, la calidad de la piedra es excelente, el tipo de escalada es parecido a Fataga, con muchas pinzas y laterales, pero más largas. Allí Roque y Carlos se anotan un 6c y 7a + en el primer sector, luego en la zona de atrás pudimos encadenar los 7a y probas un proyecto que puede rondar 8 a+/b sobre una placa de treinta metros en la que predominan romos y agarres pequeños.

CARLOS EN UN BONITO 7a

ISIDORO PROBANDO UN POSIBLE 7b+/c

Terminado el día empezamos el ascenso a la cumbre, la subida fue más suave de lo que habíamos pensado y más si la tarde regala paisajes tan bonitos.






FOTO DE EXPEDICION



FIN.

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